Buenas buenas!
Por primera vez, escribo desde España, desde
mi casa en Madrid. Tengo que reconocer que tenía ganas de estar aquí y
compartir algunos momentos con mi familia y amigos. A pesar de ello, aún no he
conseguido re-adaptarme a la vida que tenía aquí antes de vivir la aventura Colombiana.
Aquí tenéis la foto que muestra la emotiva recepción en el
aeropuerto.
Empezaré por contar los últimos momentos en Colombia, los cuales estuvieron
llenos de risas, abrazos y bendiciones. No fue una despedida triste ni en el
colegio ni en la
comunidad. En la foto se puede ver el grupo de
profesores de bachillerato o, como ellos mismos dicen, compañeros de batalla.
El colegio se fue convirtiendo poco a
poco en un lugar muy especial. Tanto los estudiantes como los profesores y la
dirección lo hicieron posible. Este colegio tiene un ambiente distinto a los
demás que he conocido de Colombia, es abierto,
optimista, los profesores y la trabajadora social luchan por sus
alumnos, no dan su clase y ya está sino que se implican, intentan mejorar… y
todo eso sin firmar contrato puesto que el gobierno ha dispuesto que se firmase
la semana pasada, y eso que el curso empezó en Enero.
Mis prácticas allí me han enseñado muchas cosas, una de
ellas es que el título de psicólogo no te da la confianza de la gente, sino que
como psicólogo te la tienes que ir ganando. Al final, algunos de los profes y
estudiantes se han convertido en amigos, en personas muy cercanas que recordaré
siempre.
Gracias a todos ellos por
permitirme tener esta experiencia tan diferente. Sobretodo al Padre Lauro,
Rector del colegio y mi tutor de prácticas, que hizo posible que viajara hasta
allí y que emprendiera mi carrera profesional en un lugar maravilloso. Él se ha
preocupado por mi trabajo y de cómo me sentía en cada momento, me ha aconsejado
y sobretodo, me ha contado su experiencia, de la que se puede aprender
realmente lo que es la entrega por una causa justa.
Con respecto a la Comunidad de Carmelitas que me acogió,
solo tengo palabras de agradecimiento. En la foto no están todos, faltan Fredy,
Oliday y Fray Rubén. Gracias a Henry, Fredy, Lauro, Oliday,
Rubén, Camilo, Cristian, Anderson, Juanxo, John, Douglas, Lizwan, Jaider y Jose
Luis, por dejarme conoceros y enseñarme cómo se vive en comunidad. También un
abrazo gigante para Cecilia y Delis. Me habéis dado todas las facilidades,
acompañado e invitado a mil sitios, hasta convertirme en la niña de la casa.
Al principio era la comunidad con la que vivía, pero después
cada uno de ellos fue cobrando importancia. Estoy orgullosa de decir que he
dejado muy BUENOS AMIGOS allí. No es fácil crear en 3 meses una amistad tan
importante. Reconozco que les echo mucho de menos, y que hablar con ellos por
facebook, nos mantendrá en contacto, pero no puede ser lo mismo como reír a
carcajadas o confesar algunos de nuestras preocupaciones a la cara. Aún así estoy
feliz porque confío en que Dios los volverá a poner en mi camino y volveremos a
compartir momentos especiales. ¡GRACIAS, MIL GRACIAS! Porque habéis hecho que
sea una más de la comunidad, me habéis enseñado a convivir en la cotidianeidad
costeña, que me termine inculturando tanto que sea casi-colombiana. Jejeje
Por último, pero no menos importante, debo agradecer a
KARIT, Solidarios por la Paz, la oportunidad que me ha brindado. Sin vosotros
esto no habría sido posible así que a los que conozco y a los que no, GRACIAS
DE VERDAD. Además hay que agradecer el esfuerzo que lleva realizando varios
años por mejorar el colegio y el barrio Sueños de Libertad. Porque gracias al
esfuerzo de muchos que trabajan tras el nombre de esta ONGd, esta en
construcción la zona deportiva, y ya se han construido varios salones, la
biblioteca del Centro y lo que más importante, la paredilla que limita el
colegio con los lotes de alrededor. Esta pared puede parecer lo más sencillo,
pero genera muchos beneficios el más importante es la mayor seguridad para los
estudiantes. Aquí pongo una foto de la puerta del kilombo que KARIT construyó
hace varios años y que permite diferentes actividades, como la de éste día, la
celebración del Día del niño.
Después de esta gran experiencia y al volver a mi “habitat natural”, es decir, mi familia, mi casa, mi barrio… he podido comparar mucho mejor los estilos de vida y las culturas tan diversas que tenemos los costeños colombianos y los madrileños. En el principio del blog, os contaba que yo veía que eran formas diferentes de vida, ni mejor ni peor sino diferentes. Ahora que lo conozco un poco más me doy cuenta de que cada una tiene su lado bueno y su lado malo. A pesar de ello, no me parece justo que existan estos dos puntos tan diferentes en el mismo mundo. A veces utilizamos los términos de Norte y Sur o Primer y Tercer Mundo para diferenciarnos, pero, y si escogemos a un grupo de personas de cada lado del mundo y los ponemos a prueba. Me gustaría saber si hay alguna diferencia entre ellos que haga que merezcan que unos tengamos tanto y otros tan poco.
Un amigo me avisó de que al volver tendría un período
difícil hasta adaptarme, podríamos llamarlo crisis. Tanto es así que en la
semana que llevo aquí, me he replanteado muchas cosas. La principal es una idea
que cada vez se confirma más: mi vida es fácil, cómoda, pero tengo que
reconocer que aquí me sobran cosas y me hacen falta personas para ser feliz.
Tengo miles de cosas que no utilizo ni utilizaré nunca pero
no tengo a algunos amigos que ahora mismo son imprescindibles. En mi habitación
sobran libros, mucha ropa, adornos… y es que he aprendido que: es en la
sencillez donde esta la humanidad.
Me siento realmente afortunada por lo que
he vivido, y también por haber podido compartirlo con todos vosotros. Gracias
por los comentarios de apoyo, vuestra opinión y sugerencias. Desde aquí animo a
todo el mundo que quiera realizar una experiencia como ésta, porque te permite
abrir los ojos, conocerte más a ti mismo, conocer mejor tu cultura, y sobretodo,
a darte cuenta que tu forma de ver y hacer las cosas no es la única, sino una
más.
Hasta pronto y Gracias, mil gracias a todos…
Alii